dissabte, 12 d’abril del 2008

La definicion de trail: I Trobada de Germanor TrailRiudoms 2008

Insuperable… TrailRiudoms son los cracks de los encuentros... Espectacular… Un 10!

La salida mas completa a la que he asistido hasta ahora. La definición de trail podría ser perfectamente un reportaje de este encuentro. Buena compañía, una comarca espectacular, zonas preciosas, terreno variado con barro, arenilla, graba…, carreteras sin rectas, curvas enlazadas y una buena comida con muy buena gente.

Aunque nos quedaba a unos 60 quilómetros de distancia, no podíamos perdernos tal acontecimiento. A las 7:30 de la mañana quedamos en el lugar de siempre para rodar por asfalto hasta el punto de encuentro. Yo, llegando unos 20 minutos tarde, fui el último en aparecer… Si es que no se puede salir la noche antes de una salida tan tempranera…

Pues nada, después de decidir que iríamos por autopista, pues el horario nos apretaba un poquito, nos dimos cuenta que ninguno de nosotros había mirado o recordaba el punto de encuentro la comarca del Tarragonès… Ningún problema… decidimos ir tirando y cuando lleguemos por la zona ya llamaremos a ver que pasa… Al final, un poco por suerte y sin saberlo, salimos por la salida correcta de la autopista y, después de la consulta telefónica, llegamos en un momento a la gasolinera donde unas 30 personas ya estaban reunidas esperando a dar comienzo la I Trobada de Germanor TrailRiudoms 2008.



Después del café con leche de rigor (gracias Amoteros, el próximo me toca pagar a mi), y de repostar, nos dieron una hoja con los puntos que visitaríamos y un pequeño mapa para situarnos sobre el terreno. Poco después empezamos la marcha, marcando el inicio el toque de pito de la organización. Al poco de ir y pisar los primeros quilómetros de tierra, la primera parada para replegarnos.



El terreno estaba inmejorable. Sin mucho polvo por las lluvias y con algún que otro charco para diversión del personal. Poco a poco íbamos avanzando subiendo hacia la ermita de Puigcerver. El paisaje es realmente bonito y no había un metro de camino que fuera aburrido.






En este punto nos separamos dos grupos. Los que llevaban gomas mas asfálticas, como mi caso, nos recomendaron saltarnos un trozo de pistas por su mal estado y exigencia de tacos. Piedra suelta y resbaladiza por culpa de la húmedas, según cuentan.



Aunque me hubiera gustado seguir por pista, el trozo de la C-242 hasta la venta del pubill, no tenia nada que envidiar a ninguna pista con piedra suelta. Un asfalto en muy buen estado, muchas curvas enlazadas y una trail de 660 c.c… imposible aburrirse…



Después de esos quilómetros de asfalto, cerca de la Venta del Pubill, toca esperar a uno de los grupos de pista. Una conversación amena ayuda a que pasen los minutos.





En marcha otra vez, seguimos adelante. Tendremos que seguir aún varios quilómetros de pistas hasta nuestro destino. En este tramo empezamos a encontrar tierra roja… una vieja conocida… A quien no le gusta encontrar charcos de barro argiloso con sus ruedas mixtas…? Quizá donde peor lo hemos pasado, sobretodo Marmar y yo, que nos encontramos el barro de sopetón en una curva. Gracias a dios Marmar es un fuera de serie encima de su GS y logró controlar su montura aunque hubo momentos de pánico…





Las buenas vistas no dejaban de acompañarnos en todo el trayecto…



La Cartoxa d’Scaladei, otro punto de reagrupamiento…







Al rato de estar parados en el lugar, nos dimos cuenta de que Amoteros no nos había seguido… sus ganas de fotografiar cada momento de nuestras salidas le provocaron perder el hilo de la ruta… de todas formas, supo encontrar el lugar de la comida gracias a sus conocimientos del terreno, pues no era la primer vez que visitaba la zona. Yo, aunque con GPS, no se si hubiera sido capaz de llegar…

Aquí Repopis, que aunque andando algunos momentos con un solo cilindro, siguió con nosotros hasta el final. Aunque esa no fue la última avería que tubo en la salida, pues, parece ser, que el alternador de su Kle dijo basta en el camino de regreso por carretera hacia casa, calándosele en pleno trayecto, aunque pudiendo volver a arrancar y permitiéndole llegar hasta casa. Espero que no sea nada!



Llegamos al fin a Cabacés para subir a la ermita de la Foia, donde hay un merendero en el que la comida ya estaba en marcha! Eso es organización!




Aparcamos las motos, nos quitamos el equipo, unos estiramientos y…



… a inspeccionar el terreno cámara en mano!



Estaba todo minuciosamente preparado y listo para recibirnos. La comida estaba casi lista y todos estábamos alucinando con el montaje de los TrailRiudoms…



Incluso se habían echo delantales para la ocasión!!



Aquí las barbacoas donde la panceta se estaba preparando para acompañar las esperadas clotxas…



Amoteros esperando el momento de atacar a los platos de embutidos y coca (buenísima la coca salada de Riudoms, con berenjena y pimiento rojo escalibado y una masa muy fina)…



Por fin, y a toque de pito, nos lanzamos al aperitivo, con nuestro vasito de vermú casero, cerveza o vino, según gustase… había de todo!



Por fin Repopis recibió su clotxa! Llevaba toda la mañana preguntando por ella!!



Eso es cara de satisfacción…



Ostia que rica estaba… Fui el ganador en velocidad de ingestión de clotxas del Trail GarrafON!



Si, si… estaba para chuparse los dedos!!



Muy muy fácil de comer no era… pero a nadie le supuso un problema…



Cuando hay hambre, hay hambre…



Al ataque!!



Aquí los autóctonos mirando que no nos faltase de nada… que pedazo de anfitriones estáis hechos!!



Esto es lo que quedó de mi clotxa… diría que me hubiese comido otra pero es que era imposible… que montón de comida en tan poco espacio!!



Y cuando pensábamos que ya estaba todo, van y sacan un saco de avellanas… que ricas… aunque, como que yo las como peladas normalmente, me costo pillarse la mesura a la fuerza que aplicábamos con las piedras del lugar para abrirlas… que las hacia trizas vaya…





Y después de una buena comida, que es lo que no puede faltar? Pues un buen café! Que no hay cafetera? Pues a la vieja usanza! Por cierto, mucho mejor que el de muchos sitios con las supermáquinas de la ostia ultima tecnología.



Puritos varios para darle un toque a la sobremesa tampoco faltaron…



… ni un gran surtido de licores varios y digestivos surtidos…



Por si nos habíamos quedado con hambre, unas galletitas para acabar de rellenar huecos vacíos…



Y la gran sorpresa y un detallazo que acabo de dejar el listón a un nivel difícilmente superable por cualquier otro encuentro que hagamos. Una botella de aceite de Siurana y un saquito de avellanas, típicas de la zona. Cada uno de los obsequios con su etiqueta para rememorar el encuentro.



A si… que por si teníamos hambre aún también trajeron unas cocas del pueblo de Cabacés, acompañadas con un chocolate caliente… La faja iba mas apretada después de todo esto… doy fe…





Estaba tan buena, la coca, que hasta sin hambre entraba que daba gusto…





Que sábado trailero que nos habéis echo pasar, difícil de olvidar y que seguro dará que hablar durante mucho tiempo…

Gracias a todos los que organizasteis esta Trobada de Germanor, sou collonuts!! (que vendría a ser en castellano: Sois cojonudos!!)

dimarts, 8 d’abril del 2008

Plantación de árboles en Clares (Guadalajara): El regreso a casa.

(Primera parte de la crónica aquí)
(Segunda parte de la crónica aquí)

Ya estamos a domingo y esto se acaba. Lo bueno no dura siempre y, muy a mi pesar, tendré que empezar el camino de vuelta.

Como era habitual, a las 7 de la mañana ya estábamos, la habitación tejón, en pie. Otra noche de calor por culpa del suelo radiante… De todas formas teníamos pensado levantarnos pronto para ir a repostar antes del desayuno.

Con el fresquito mañanero de la zona fuimos hasta Maranchón a por gasolina, lo que no sabíamos es que el gasolinero (o persona que te echa la gasolina) no tendría ganas de trabajar ese domingo. La estación estaba en autoservicio aunque, por horario, debería haber alguien. Afortunadamente el bar de en frente acababa de abrir y pudimos tomar algo calentito y un primer desayuno. Mientras estábamos comiendo y charlando vimos aparecer al hombre que se encargaba de la gasolinera, y pensamos: salvados!, pues en autoservicio solo acepta tarjetas y alguno de nosotros no llevaba en ese momento. Aún así, el hombre no tubo ganas de trabajar y se fue a tomar un café… Todo un personaje…

Solucionado el tema de la gasolina (nos prestamos las tarjetas para poder pagar), fuimos al albergue a desayunar (por segunda vez ese día) y para cargar las maletas en las motos. Después de despedirnos y desear buen viaje a todo el mundo empezamos el camino de regreso a casa.

Aunque daba un poco más de vuelta, quise acompañar a Fran, Calhymerito y Leo en su exploratoria por el Alto Tajo. La zona bien merecía llegar dos horas mas tarde a casa…





La pista era muy ancha y trascurría siguiendo el Tajo en dirección a su nacimiento.



Estaba todo muy preparado para que no tuvieras problemas para llegar a los puntos de especial interés e incluso se podía acceder en coche. Eso si, los quads lo tenían prohibido.



Poco a poco íbamos avanzando por la pista parando bastante para hacer fotos. Estábamos en pleno parque natural y todo era precioso.



Incluso algun buitre nos honró con su presencia…



Un poquito mas adelante encontramos un viejo puente que cruzaba el rio, ahora en desuso. La verdad es que era muy llamativo e, incluso, Calhymerito se planteo bajar hasta él. Yo no lo veía claro, ni yo ni ninguno de nosotros tres, pero el sí… finalmente, supongo que por ver nuestras caras de preocupación, decidió no hacer el cabra…



…pero no pudo resistir la tentación de subirse a lo alto de un acantilado y sentarse en su borde…



El rio era omnipresente en nuestra ruta y nos ofrecía detalles como estos, aunque un poco bajos de caudal, según cuentan…



Al cabo de un rato ya hicimos la última parada que aprovechamos para despedirnos como dios manda, puesto que la pista acababa en un punto de la carretera donde se separaban nuestros caminos.







Poco después de despedirnos de Calhymerito y Leo, nos despedimos Fran y yo. Aquí volvía a estar solo, con muchas horas de viaje por delante.



Aprovechando que pasaba por Molina de Aragón me cogí unos bocadillos para el viaje y un par de bebidas (sin alcohol, claro) y poco a poco hasta casa. La aventura había concluido, pero el recuerdo seguirá vivo por mucho tiempo.

Que grandes sois gente!