dilluns, 7 d’abril del 2008

Plantación de árboles en Clares (Guadalajara): La ida.

Ir a ayudar a plantar árboles a Guadalajara es un buen motivo para hacerse 1.000 quilómetros en un fin de semana cargado de emociones y buena compañía.

Para ser mi primer viaje de más de tres horas en moto, la experiencia no ha podido ser mejor y todo empezó un viernes por la mañana…

Debían ser eso de las 11 cuando acabé de atar las mochilas a la moto y preparar todo el equipo. Unas últimas revisiones al GPS y la documentación y ya solo quedaba despedirme para iniciar mi camino hasta Maranchón. Iban a ser un poco mas de 6 horas de viaje y un poco mas de 450 quilómetros.

La primera parada técnica, llámala “técnica” o “llámala me empezaba a doler el culo” fue a casi 3 horas de camino, en algún lugar entre Calaceite y Valdeltormo, donde encontré un caminito paralelo a la carretera que me ofrecía un lugar tranquilo para descansar unos minutos al lado de un río. También aproveche el momento para comerme el bocadillo.





Una vez descansado unos minutos, y antes de que me comieran los bichos, seguí hacia Andorra, pero de Teruel. La ruta óptima no me hacia pasar por ahí, pero me hacía gracia visitar el pueblo y, por quilometraje, esta situado en un punto fantástico para repostar. De camino a Andorra de Teruel paré a echar unas fotos, y lo que quedaba del bocadillo en el estanque de Alcañiz, donde me hice unas pistas de tierra muy anchas que me llevaron a un circuito de Karting y al embalse, para descansar un poco del asfalto, vaya…





Y como iba solo, pues las fotos me las tenía que echar yo mismo…



Una vez visto el lugar, hacia Andorra de Teruel a repostar. La carretera hacia el pueblo parecía trazada con tiralíneas, al menos los 6 primeros quilómetros, que se me hicieron eternos…



Y después de tantas paradas seguidas, ya tocaba una tirada de un poco más de dos horitas para llegar hasta Molina de Aragón, donde no pude resistir la tentación de subir hasta el castillo y ver, más de cerca, los restos de una antigua muralla. En estos momentos es cuando te das cuenta de porque decidí comprarme una trail…





Hasta Maranchón ya solo quedaban poco mas de 30 minutos de carretera, y viendo que eran prontito fui a visitar Clares, uno de los muchos pueblos con muy pocos habitantes que hay en la zona. De hecho, al llegar no vi a nadie por sus calles…



De vuelta a Maranchón me adentré por alguno de los numerosos caminos que llevaban al pie de las centrales eólicas que sustituían a los pinos en algunas zonas, después del incendio. Antes de cada acceso había un cartel dándote algunos consejos como no acercarte a menos de 120 metros de las astas, y la verdad es que esos gigantes daban respeto. Una cosa es verlos a distancia, pero cuando te acercas a ellos… Una experiencia vaya!



Ahora si que tocaba hacer una llamadita a la gente de la zona para anunciarles mi llegada y, después de repostar (importante pues es la única gasolinera de la zona y la otra, en Molina de Aragón, esta a unos 40 quilómetros), saludarnos y tomarnos unas bebidas en el bar de en frente, me acompañaron a instalarme al albergue.

De aquí en adelante, ya en otro momento os lo cuento.

4 comentaris:

Anònim ha dit...

Buenísimo. Me das una envidia... dan ganas hasta de comprarse una moto :)

Unknown ha dit...

Ya tardas hombre! Si te decides me darás una alegria!

XD

Salut!!

ihsma ha dit...

yaves, yo hace poco estube en clares, y la unica persona que vi fue el alcalde que vino a ver como ivamos con la obra jajaja.pero me encantaron esos sitio tan tranquilos,no como madrid. -.-

Unknown ha dit...

Un lugar precioso para ir a desconectar de todo el estrés de una ciudad... que envidia...